La lilapsofobia, o el miedo a los tornados y los huracanes, puede verse como una forma más severa de astrafobia o miedo a los truenos y los rayos.

Si bien es normal y racional controlar los pronósticos del clima antes de las actividades al aire libre, muchas personas con lilapsofobia encuentran que el clima controla sus vidas.

Muchos niños atraviesan una fase de astrafobia o miedo a las tormentas. La lilapsofobia no es tan común en los niños, pero ciertamente puede aparecer.

Los tornados y los huracanes son parte de la vida, y los medios de hoy ofrecen la oportunidad de ver las devastadoras tormentas y sus secuelas repetidamente, en vívidos detalles de alta definición.

Aunque sus posibilidades de quedar atrapado en una tormenta asesina son relativamente pequeñas, los riesgos son reales. Por lo tanto, es importante estar preparado. La clave es reconocer la diferencia entre la preparación racional y las reacciones fóbicas.

Aprende sobre los tipos de tormentas que afectan tu área. Por ejemplo, los huracanes pueden ser devastadores, pero se predicen con mucha anticipación. Los tornados pueden desarrollarse rápidamente, pero solo bajo ciertas condiciones climáticas. Conocer los tipos de tormentas que pueden afectarlo puede ayudarlo a tomar decisiones más racionales sobre cómo enfrentarlos.

Una fobia específica implica un miedo irracional y persistente de un objeto o situación específica que no guarda proporción con el riesgo real.

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